Acalasia: Diagnóstico
- Dr Luis Javier Gonzalez R
- 29 nov 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 1 dic 2019
El diagnóstico de la acalasia es difícil y es posible que la acalasia pase desapercibida o se diagnostique mal debido a que sus síntomas son similares a los de otros trastornos digestivos. Para diagnosticarla se requiere de un alto índice de sospecha así como estudios de gabinete como:

Manometría esofágica. Esta prueba mide las contracciones y fuerza del esófago, y si el esfínter esofágico inferior (válvula entre el esófago y estomago) se relaja y se abre bien en la deglución.
Esofagograma. Se toman radiografías después de que bebas un líquido blanquecino que recubre y llena la mucosa interna del tubo digestivo. Esto nos permite ver el contorno del esófago, el estómago y la primera parte del intestino.
Endoscopía superior. Se trata de un estudio donde se introduce una cámara (endoscopio) por la garganta, para examinar el interior del esófago y el estómago. La endoscopía puede utilizarse para determinar una obstrucción parcial del esófago en caso de que tus síntomas o los resultados de un estudio con bario indiquen esa posibilidad. La endoscopía también podría realizarse para obtener una muestra de tejido (biopsia) a fin de analizarla y detectar complicaciones del reflujo, como el esófago de Barrett.
Si crees que presentas alguno de estos síntomas, acude con nosotros, somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de movimiento del esófago.
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